Los pájaros pueden ser mascotas estupendas, su canto y su aleteo pueden aportar mucha compañía y su mantenimiento no es necesariamente engorroso. Pese a ello, debemos tener en cuenta ciertas pautas para observar que nuestras aves domésticas están completamente sanas.
Una de las partes de su cuerpo, que muestra síntomas de enfermedad a la primera, es el plumaje. Y es que, son muchas las enfermedades que afectan a la salud de sus plumas y su piel. Conservar las plumas en buen estado es vital, ya que estas se encargan de mantener la temperatura corporal.
Problemas en las plumas de las aves
Algunas de las causas o patologías que pueden provocar problemas en las plumas de nuestra ave, son:
– Alteraciones en la muda de las plumas. El cambio gradual de todas las plumas es vital, ya que así se permite reestablecer las que han sido dañadas y airear el resto. La mayor parte de las aves mudan las plumas una vez al año, pero dependiendo de la especie ante la que nos encontremos, puede darse hasta en dos o tres ocasiones al año.
Cuando existe un entorno con temperaturas elevadas, puede acelerarse este proceso y producirse una ‘falsa muda’. Para contrarrestar este efecto, debería trasladarse al animal a un ambiente que no supere los 18ºC.
– Lesiones propias. Cuando el ave descubre algún parásito en su piel, intenta acabar con él a picotazos, pudiendo producirse plumas rotas. Este fenómeno es conocido como autotraumatismo o automutilación por consecuencia del ‘picaje’ del ave.Si cambia el color del plumaje de forma repentina, puede suceder que la muda está siguiendo un mal proceso. Puede ser debido a un déficit nutricional o a un transporte traumático.
– Patologías innatas. Otro de los problemas en las plumas de las aves viene dado por las enfermedades congénitas, que no se pueden curar, aunque si frenar. Una de las más comunes es el quiste folicular, que consista en que las plumas, en vez de salir hacia afuera del cuerpo, nacen por dentro, formándose una estructura queratinizada. Su solución es quirúrgica.
Debemos estar atentos a todas las señales extrañas que nos transmitan nuestros pájaros y actuar de forma inmediata.