Estamos acostumbrados a ver en todos los sitios que los gatos tienen la facultad de asearse a sí mismos, sin necesidad de nadie que los lave, pero esto es falso. Y es que, si convivimos una mascota gatuna, habrá momentos en los que necesitará un baño y deberemos acostumbrarle a ello.
¿Cómo bañar a un gato?
Para conseguir que un gato se preste a dejarse lavar y a que los dueños podamos mantener su higiene a raya, se debe tener muchísima paciencia y enseñarle poco a poco. Al igual que ocurre con los perros, que adiestramos a través de órdenes ligadas a un refuerzo positivo, tendremos que aplicar la misma técnica con nuestro gatito.
Tenemos que encontrar aquello por lo que nuestro gato estaría dispuesto a hacernos caso y usarlo en nuestro favor. Puede ser un juguete, comida o un tazón de agua fresca extra.
Los pasos para bañar a un gato
Una vez conseguimos que nos haga caso, tendremos que acostumbrarle a la idea de que el baño es algo positivo de manera gradual. Fíjate en esta progresión:
- Deja que tu gato se acostumbre al entorno del baño. Si nuestra mascota no está habituada a entrar en nuestro aseo, será más difícil que entre por su propio pie. Si tiene ciertas reservas y algo de miedo, será complicado que se encuentre con una actitud receptiva para un buen baño, así que, lo primero que debes conseguir es que sienta atraído a entrar en el baño colocando alguna cosa que le gusta. Quizás ponerle la comida allí sea una buena opción.
- ¿Cómo hacemos para que entre en la bañera? El siguiente paso podría ser el colocar una lata de su comida en la bañera, de esta manera estaremos premiando su conducta y habituándolo a este espacio desconocido para él. Colocarle una lata de comida semanal en la bañera, puede ser crucial hasta que veamos que se acostumbra a ello y entra y sale de este espacio con total libertad.
- Poca agua. Si nuestro gato ha pasado las dos primeras fases, está preparado para encontrarse un poco de agua en la bañera en el momento que vaya a por su lata de comida. Requerirá de tiempo y tiempo hasta que logre hacerlo sin miedo.
- Interacción con el agua. Cuando ya se encuentre cómodo en el agua y comiéndose su lata de comida tranquilamente, podemos empezar acicalarlo con un cepillo húmedo. Al principio la cabeza y poco a poco, el resto del cuerpo. No debemos forzar la situación en ningún momento.
¿Cómo haces tú para bañar a un gato? ¿Tienes algún truco?