Si has decidido tener un gato como animal de compañía, tenemos que decirte que estos animales no son una mascota cualquiera. Inquietos, independientes y con ganas de vivir aventuras, los pequeños felinos pueden ser todo un descubrimiento. Sin embargo, debemos seguir una serie de pautas para los cuidados de un gato.
Al contrario de lo que pueda parecer, los gatos son animales muy cariñosos que necesitan muchos mimos, por eso, en muchas ocasiones reclamarán nuestra atención. Si esto es así, debemos responderles con caricias para que entiendan que en casa están en un lugar seguro, donde pueden sentirse en armonía.
Principales cuidados de un gato
Seguridad en la casa
Los gatos son animales de naturaleza curiosa, por lo que debemos prestar atención a ciertos aspectos si van a formar parte de nuestra familia. Por ejemplo, si tenemos ventanas o balcón en casa, hay que asegurarse de mantenerlos cerrados o, en su caso, poner elementos protectores como mosquiteras o mallas para que no se produzcan accidentes.
Por otra parte, también hay que tener cuidado con las plantas que tengamos en nuestro hogar, ya que, para ellos pueden resultar tóxicas. Además, todo lo que esté a su alcance, como los cables o pequeños electrodomésticos, pueden ser peligrosos.
Es muy importante que tengan su sitio en casa, para ello puedes establecer una zona específica para tu mascota. A ser posible, un lugar en el que pueda estar distraído con diferentes juegos que desarrollen su conducta natural y cumplan con sus necesidades. Este espacio también puede contener una zona alta desde la que pueda ver la calle, ya que los gatos son grandes observadores.
Higiene
Los gatos son una de las especies más higiénicas del reino animal. Aun así, no podemos dejarlo todo a sus propios cuidados y debemos ayudarles en su proceso de limpieza.
¿Es recomendable bañar a un gato? La respuesta es no. Los gatos producen feromonas, señales químicas que les ayudan a guiarse, por lo que si los bañamos las haríamos desaparecer. Pero ¿Y si se ha manchado? En casos excepcionales, y si no queda más remedio, sí les podemos dar un pequeño baño, aunque es aconsejable que nos limitemos únicamente a las zonas manchadas.
En lo que sí podemos ayudar a nuestro felino es facilitándoles la retirada del exceso de pelo. Si nuestro gato tiene el pelo largo, lo debemos cepillar una vez al día. Si tiene el pelo mediano lo tendremos que hacer una vez a la semana, mientras que, si nuestra mascota es de pelo corto, lo podremos hacer de manera periódica.
Siguiendo con los cuidados de un gato en cuanto a la higiene, otro de los puntos en los que debemos poner nuestra atención es su zona de comida. El comedero y el bebedero se deben limpiar al menos una vez al día, y es importante cambiar el agua diariamente.
El arenero es otro de los puntos clave para su higiene. En este caso, debemos limpiarlo a diario y cambiar la arena cada dos o tres días. Esto es esencial para que el animal se sienta bien en ese lugar y no busque otros espacios donde hacer sus necesidades. Así, además, evitamos la aparición de bacterias que puedan dañar su salud.
Finalmente, en este punto, destacamos la importancia de cumplir con todas las vacunas y desparasitar de manera periódica a nuestro gato.
Alimentación
En lo relativo a su alimentación, debemos proporcionarles alimentos de calidad y específicos para su tamaño. Desde el pienso seco diario, hasta la comida húmeda y las golosinas específicas para gatos, a modo de gratificación y como refuerzo positivo.
¿Puedo cortarle las uñas a mi gato?
Aunque lo más aconsejable es que lo eduques para que él mismo las pueda limar en un lugar específico como un rascador, de manera periódica puedes cortar sus uñas si observas que comienzan a limarlas en otros lugares que no deberían; como muebles, puertas o sofás.
Para ellos puede ser un proceso delicado, ya que son una extensión más de su cuerpo, y su principal arma de defensa. Se debe realizar de manera calmada, y el animal debe estar lo más tranquilo y cómodo posible, para que entienda que no es un algo doloroso.
Es recomendable colocarlo sobre el regazo y acariciarlo. Cuando esté relajado, entonces le presionamos de manera suave las almohadillas de la pata para que saque la uña y cortamos únicamente la parte transparente, sin llegar nunca a la rosada, donde le podríamos provocar una herida.
Es aconsejable utilizar tijeras específicas para gatos, además de iniciar este proceso desde cachorros.
Eso sí, debemos tener en cuenta que, con algunos felinos, este proceso será misión imposible, ya que no se dejarán de ninguna manera. Si tu gato forma parte de este club, puedes intentar ir poco a poco, dejando las tijeras a su alcance para que las olfatee y se familiarice con ellas. Después, iremos paso a paso, para que entienda que no es un proceso estresante ni traumático. Si de esta forma tampoco funciona, siempre podremos llevarlo al veterinario, dejando a nuestra mascota en las mejores manos.
Si cumplimos con todos estos cuidados de un gato, tendremos una mascota feliz y unos dueños tranquilos.