Con la llegada de agosto y las vacaciones, se convierte en algo habitual que nos traslademos a otro lugar para poder disfrutar de unos días de descanso en un lugar distinto. Por desgracia, nuestros perros no tienen cabida en la mayoría de estos planes, y es que en la mayoría de hoteles y de lugares de alquiler se tienen políticas restrictivas con las mascotas.
Así que, se deben barajas todas las opciones que tenemos para dejar a nuestra mascota peluda y si definitivamente no tenemos a alguien de confianza que pueda encargarse de ella durante nuestras vacaciones, lo mejor es que pensemos en un cuidador particular o residencia canina.
Las ventajas de un cuidador particular
- Nuestro perro gozará de atención y mimos constantes. Nos encontramos con que nuestra mascota no sufrirá tanto y la ansiedad por la separación será mucho menos dura y no se sentirá abandonado.
- Los cuidados serán a medida. Cualquiera que sea la necesidad de nuestra mascota, el cuidador la suplirá de manera adecuada, mucho mejor que en una residencia canina con tantos otros perros.
- ¿Horarios establecidos? Si has acostumbrado a una rutina a tu perrito, el cuidador personal podrá seguir cumpliéndola de la mejor manera.
- Dormirá como toca. Si tu can necesita tranquilidad y sosiego para poder dormir a pierna suelta, con el cuidador particular lo tendrá mucho más fácil y con menos ladridos por medio.
¿Qué tal la residencia canina?
La mayor ventaja de dejar a tu perro en una residencia canina es que lo dejarás en manos de profesionales y estarán en contacto continuado con otros perros a través de actividades y rutinas. Esto puede ayudarle a volverse una animal más social y a valorar el contacto con otros congéneres.
Pero claro, no tendremos todas las ventajas de las que disfrutaría con un cuidador particular, así que debemos pararnos a pensar y valorar adecuadamente cual puede ser la mejor opción para nuestra mascota: ¿necesita socializar más? ¿Requiere de unos cuidados específicos?
No te olvides de buscar lo mejor para tu mascota, ¡se lo merece más que nadie!