Los conejos están convirtiéndose en una de las mejores opciones para tener una mascota en un espacio reducido, como un piso o casa pequeña. Además, se tratan de animales dóciles, que proporcionan mucha compañía y no generan demasiado trabajo, por lo que adoptar un conejo viene siendo algo habitual durante los últimos años.
Existen numerosas razas, con distintos pelajes, tamaños y características, por lo que podremos elegir acordes a nuestras preferencias y las necesidades del animal. También, dependiendo del espacio donde vivamos, nuestra mascota podrá vivir en una jaula o en una zona habilitada para ellos.
Pasos para cuidar a un conejo
- Antes de adoptar un conejo, deberíamos llevar al animal al veterinario para asegurarnos de que este no tenga parásitos intestinales. Un análisis de heces descartará posibles enfermedades.
- La jaula de nuestro conejo debe estar siempre limpia, los excrementos deben retirarse a diario y al menos una vez por semana, deberemos limpiarla a fondo y desinfectarla adecuadamente.
- Una de las características más personales de los conejos, es que los dientes les crecen de forma continuada, por lo que deben masticar mucho para que estos se desgasten y no les crezcan los dientes en exceso. Heno, madera, ramas de árboles, pueden ser materiales para ser roídos por nuestro animal de compañía.
- El cepillado del pelo es muy importante, debiendo llevarse a cabo con una frecuencia que depende de la raza de nuestro conejo y la longitud de su pelo. Si los cepillamos al menos 3 o 4 veces a la semana, prevendremos que nuestras mascotas generen bolas de pelo en el estómago.
- Los conejos ya dedican tiempo a su propio aseo, por lo que el baño no entra dentro de sus rutinas. Sin embargo, en días muy calurosos, podemos refrescar la zona de sus orejas y nuca. Si en un momento dado, estos se ensucian en extremos, se puede recurrir a un baño en seco.
- Necesitan ejercicio y ser liberados unas horas al día para que los conejos puedan correr y moverse con libertad. Mucho cuidado con los objetos que puedan encontrarse a su paso y los desperfectos que puedan causar con sus dientes.